¡Hola amig@s! ¿Qué tal los carnavales? ¡Nosotras genial! Paris se marchó de "finde" con Andrea y yo estuve en casa de Kevin. Ha sido muyyyyyy divertido. Aquí una pequeña muestra de ello antes de contaros las novedades del día.

¿A que os han gustado? Bueno, pues ahora os voy a contar lo que nos ha pasado esta mañana. Estábamos Paris y yo tan tranquilas, echando una siestecita, cuando de pronto entró por la puerta un hombre alto con barba. Llevaba un chaleco azul y el una de sus manos un maletín enorme. Paris y yo nos miramos y pensamos...¿quién será este? ¿un fontanero que viene a reparar el radiador? Pues no...¡era un veterinario! Se trataba de Gonzalo Aja, el veterinario que atiende a los perros de Rosa.
Al ver cómo abría su maletín ¡casi me da algo! parecía sacado de una peli de terror, lleno de agujas larguísimas, interminables...vacunas, etc. ¡¡No os podéis ni imaginar el rato que pasé solo de pensar que venía a por mi!!
Me escondí rápidamente como pude entre los algodones de mi jaula, temblando de miedo. De pronto, oí como abrían la puertecilla de mi jaula y al segundo, una gigantesca mano se abalanzaba sobre mi. "¡Tierra trágame!", pensé. Era Daniela que dulcemente me cogió para que no tuviese miedo. Aquél hombre no venía por mi, sino a por Paris. ¡Menos mal! ufffffffff....que rato más malo...
Paris tenía que recibir su segunda vacuna para que esté sana y crezca fuerte. Os voy a poner unas fotos para que os hagáis una idea...

¡¡Mirad que pedazo de aguja!!

¡Gracias Gonzalo por tener el detalle de venir a nuestra clase!

Hasta el lunes guap@s